Y de repente llega... Puff, qué pereza... Viernes por la tarde... Has tenido una semana de mierda, el Jueves por la tarde fue, en pocas palabras, desastroso... Además, por si fuera poco, el finde tampoco pinta muy esperanzador. Y, para qué engañarnos, esta mañana hubieras dado cualquier cosa por apagar el maldito despertador, darte la vuelta, taparte hasta las orejas y seguir durmiendo... Nada de coger autobuses, llegar al curro y tener que pasarte horas haciendo algo que hoy ni siquiera por asomo te apetece... Y esta tarde más de lo mismo... Bah, vaya asco... Pero ¿sabes qué? No tienes más remedio, tienes dos opciones, de hecho. O te metes en tu burbuja gris y lluviosa y sigues pensando que tu vida es una mierda, y que eres una incomprendida de la vida, mientras esperas que alguien se apiade de ti y te diga que ya puedes ir a acostarte por hoy. O te arreglas, te pones guapa, y dejas de ser esa patética sombra de ti que tanto odias. Mmmmm... déjame pensar un segundito... Venga, vale.
Te duchas y es como si el agua fuera llevándose consigo todo tu pesimismo. Bien, no es un mal comienzo. Abres el armario... Uf, ¿y ahora qué me pongo? ¿Sabes qué te digo? Que me apetece destacar, sí señor. Hoy toca escotazo y esos pantalones tan cómodos que te encantan. Oye, pues nada mal ¿eh? ¡ Estás guapísima ! Si si, ´tú mírate una y otra vez en el espejo, no dejes de dar vueltas viendo lo bien que te quedan. Reconócelo, estás preciosa. ¿El pelo? Alocado, como tú, por qué no. Justo de esa forma que sabes que puedes peinarte agachando la cabeza y sacudiéndola. Así de fácil. Jummm, mucho mejor. Esto va mejorando por momentos. De momento dejemos el maquillaje, recuerda que aún tienes que ir a trabajar. Uf, qué pereza... Pero ehhh, no te quejes, que seguro que si te quedas en casa te aburres. No te hundas en la miseria. Vuelve a mirarte en el espejo. ¿Te he dicho ya que estás guapísima? Uff.. ¿ cuanto hace que nadie te lo dice ? Convengamos que tu vida amorosa no está al borde del cataclismo, de hecho, no deberías tener queja... Pero ¿ de qué te sirve ? Sabes perfectamente que tienes lo que no quieres. Tú no necesitas simplemente noches de pasión. Genial, vale que te gustan, para qué negarlo. Pero necesitas mucho más que buenos ratos que después te dejan vacía y hueca. Tampoco pides el amor de tu vida, ni mucho menos. Pero oye, no estaría mal que alguien te dedicara canciones de vez en cuando, o que te sacara sonrisas sin más, con sus tonterías, solo porque le gusta verte sonreír, solo porque le encanta tu sonrisa, o que te escribiera un sms un viernes por la tarde diciéndote que no es capaz de aguantar hasta mañana sin verte... No, no lo neguemos, no estaría nada mal. Pero bah, sabemos que no es imposible, simplemente ahora no lo tienes, pero no es imposible. Cuestión de tiempo. Es solo que estás cansada de intentos fallidos, de ilusiones que al final tienes que tragarte tú sola, de esperar no sabes qué de no sabes quién. De esperar, en resumen... Pero ¡ oye ! ¿Qué hacemos dejándonos llevar por estas tonterías? Venga, volvamos a donde estábamos... Ah, sí. Mírate al espejo. ¡Sigues estando preciosa! jajaja Espero que alguno que yo me sé piense lo mismo después cuando me vea... Acabemos el disfraz de valiente, te faltan las ganas, las fuerzas. Cierra los ojos, recógelas todas y guárdatelas en el pecho, para cuando lo veas, para cuando te sonría, para no quedarte embobada mirándolo. No lo merece. Para tampoco pensar en ninguno de los otros. No, hoy no. Hoy tienes los pies bien puestos en el suelo, hoy solo eres tú lo importante, tú y tú y tú. Vas a quedar con tus amigos después, esa gente capaz de hacerte olvidar, por muy difícil que sea, lo mal que te puede ir todo, esa gente que te abrazará y te reconfortará aún sin saberlo, esa gente que a base de bromas, risas y tonterías te devolverán, poco a poco, la alegría. Vas a reírte, vas a bromear, vas a sonreír. ¿Que por qué? Porque sí, porque te lo mereces, porque tienes motivos para ello, porque, simplemente, estás preciosa cuando sonríes. ¿No te lo crees? Hagamos la prueba... Abre los ojos de nuevo, y sonríe delante del espejo. Venga, sonríe. ¿Lo ves? Increíble ¿eh? Pues déjatela puesta, porque te queda genial. Jummmm creo que ya esta, lo único que te falta es salir a la calle y darte cuenta de que, aunque antes ha estado lloviendo, ya se van viendo claros de cielo azul. Como decía la canción "ponerse el disfraz de valiente y salir a tropezar". Y no te olvides de sonreír, nunca, porque estás más guapa, porque tu sonrisa contagia a los que la necesitan, porque tienes gente que te quiere y sabes que tú los adoras. Sonríe.
** Mio =P
No hay comentarios:
Publicar un comentario