Un patético discurso ...

Lo siento, lo siento, lo siento. Siento haberle hecho daño a él, siento salir con esto ahora, siento volver a abrir ahora viejas heridas... Pero es que si no te lo digo, reviento. Me estoy volviendo loca de tanto pensar en ti. Necesito que sepas que pienso constantemente en ti. Que no he sido capaz de olvidar tus besos, tus manos, tus ojos, tu sonrisa, tu olor, tu piel... No he olvidado ni uno solo de tus rincones, me sé de memoria el mapa de tus lunares, y los sitios que te vuelven loco si te rozo. Que echo de menos el mirarte y notar cómo las ganas, el deseo, la temperatura, aumentan entre nosotros. Y entonces dejar mis labios a dos milímetros de los tuyos. Y antes de besarte verte sonreír. Que no he vuelto a mirar a nadie como te miraba a ti, ni a sonreír en medio de un beso. Quiero que sepas que todavía sonrío cuando recuerdo cada tarde que pasamos juntos, cada rato entre las sábanas, cada locura que hicimos, y todas las que prometimos hacer y que se quedaron pendientes, cada conversación de madrugada, cada vez que nos entendimos solo con mirarnos, cada vez que supe que estabas mal, cada vez que tú supiste cómo me sentía, sin decirnos nada, porque no nos hacían falta palabras, sabíamos entendernos sin ellas. Quiero decirte que desde que te conocí, creo en las almas gemelas, y que apostaría a que tú eres la mía. Quiero que sepas que, si cierro los ojos, puedo imaginarme toda una vida a tu lado, con miles de imágenes pasando por mi mente, como una película, de la vida que podríamos vivir. O quizás no, ¿sabes? Quién sabe. No sé si eres el amor de mi vida, no sé si dentro de 20 años estaríamos juntos si algo empezara hoy, no sé nada sobre el futuro, y tampoco me interesa. ¿Quieres que te diga lo que sé? Sé que si no te digo todo esto, no podré seguir adelante, porque será siempre una piedra en mi pasado, y pesa demasiado como para arrastrarla toda la vida. Sé que quizás contarte todo esto sea una puta locura, ¿sabes? Lo sé perfectamente. Porque me arriesgo a que te alejes aún más de mi, porque no tengo ni puta idea de si tú me echas de menos, si has pensando en mi al menos una décima parte de las tantas que yo pensé en ti. No lo sé. Pero yo tenía que decírtelo. Porque me da igual lo que venga ahora. Porque sea lo que sea, lo necesito. Si no sientes nada, absolutamente nada, si ni una sola vez te has planteado qué pasaría si apostaramos por esto, por ti y por mi y por algo tan indefinible pero tan genial que hay, o que había, entre nosotros, si para ti aquel adiós fue la despedida definitiva de una historia y ahora solo somos amigos, entonces necesito oírlo. Necesito que me lo digas de tu boca, sin peros y sin mareos. Un simple "no te quiero". Para dejar de imaginar que hay una maldita posibilidad de que vuelva a tenerte entre mis brazos y dejar de sentirme una idiota. Para poder sacarte de mi cabeza y ser capaz de decirle "te quiero" a una persona increíble que sí que me quiere. ¿Y nosotros? No te preocupes, nosotros seguiríamos siendo amigos. Lo juro. Pero yo necesito que, si no sientes nada, me ayudes a cambiarle el significado a ese "te quiero" que estoy a punto de decirte...
*M€ =)