10 may 2012

  Y esto ... ¿se llama amor?

Un portal, las 6 de la mañana, no me mires o te beso, amanece, vámonos a casa, por el camino recibo un mensaje tuyo, confirmado, las ganas contenidas, interruptor en ON. Aguanta, aguanta, aguanta. Por fin llega, rozo tus labios, PUMBA. El mundo a 200 por hora, todo es tan raro, pero no quiero parar. A escondidas, besos furtivos, amaneceres juntos, sin que nadie más lo sepa. De 0 a 100, de repente el mundo giraba en tus manos. Esas manos, una y otra vez me llevaron al límite, a la locura, rozar el cielo con las yemas de los dedos. Tu boca, esos labios, besos, adicción. Intento número 1 de desengancharme. Fallido. Intento 2, 3, 4, 5...200. Resultados nulos. Adicta. Idas, venidas, tus días malos, yo aguanto. Terceras personas, nuevas ilusiones, comernoslas con patatas. Pero tú sigues ahí, yo sigo aquí, me consuelas, te consuelo. Me usas, te uso, quizás. Complicidad, sinceridad, conexión. Y más momentos que recordar, muchos más. Tardes juntos, noches entre las sábanas, más besos a escondidas. Te alejas, me duele, te espero, volverás, no me equivocaba, aquí estás de nuevo. Más idas, más venidas. Intento 466. Fallido. Celos, duele, sin derecho a reprocharte nada, pero joder, cómo duele. Me autoconvenzo, nos autoconvences, no me quieres, no te quiero. Sexo, sexo, sexo. Eso sí que es divertido. Entre las sábanas nos entendemos en 20 idiomas. Tengo que alejarme de ti, me voy, lejos, a otro país. Tranquilo, no eres el único motivo. Pero también necesito respirar otro aire que no sea el tuyo. Venga, que lo consigo. Mierda. Intento 854376, fallido. 2000 kilómetros, y a pesar de todo, aún siento en mi piel tus manos, en mi boca tus labios. Te echo de menos, quizás más de la cuenta. Primer mes, tranquila, se pasará. Mentira. Sexto mes y aquí sigo, echándote de menos. Te necesito, te necesito, te necesito. Probemos a buscarnos en otros labios, en otra gente, a dormir en otras camas. Mierda. Intento 952478957349, fallido. Te echo de menos, te necesito, quiero verte. Lo siento, no puedo evitarlo. Sueño con tus manos tocándome, y acabo tocándome yo. No consigo quitarme de la boca tu dulce sabor. Desde que tú no sonríes conmigo, te juro que sonrío menos, prometo que no exagero, lo noto. Tus ojos, la forma en que me mirabas, queriendo comerme, soy incapaz de olvidarlo. Tus lunares los tengo memorizados. Sabría recorrer con los ojos cerrados los rincones de tu cuerpo. Te necesito, a ti, a tus besos, a tus manos, tu cuerpo, tus ojos, tus sonrisas, aquí, conmigo. Y no puedo evitarlo. Lo siento. Quiero verte, tenerte, mirarte, tocarte, besarte, quitarte la ropa, llevarnos a la luna, encerrarme contigo 40 días seguidos en una habitación, no comer, no beber, alimentarme de las ganas que te tengo, hacerte sonreír, inventarme un mundo contigo, creer que me quieres, fingir que te quiero, quizás ni siquiera hay que fingir. Joder, y no sé en qué puto momento te convertiste en mi puto centro de gravedad, ni sé cómo ni por qué. Y no sé lo que quiero. Porque no podemos estar juntos, pero yo no paro de necesitarte. Porque sé que quizás para ti no sea igual, que quizás ya no me necesites, que te hayas desenganchado de mi. Joder, que no sé lo que pretendo escribiéndote un puto texto donde te digo que te necesito. Pero la realidad es que es así. Porque siento que nunca llegaré a tener con nadie la conexión que tengo contigo, que no me canso de besarte, que sé cuándo estás mal, que sé hacerte reír, que tú eres quien necesito en mis días malos, que te entiendo, que me cuidas, sé lo que piensas y lo que sientes, que si las almas gemelas existen, tú eres la mía. No sé por qué siento esto, ¿sabes? Te juro que no lo sé. No sé si no soy capaz de enamorarme de otra persona porque aún no me he desenganchado de ti, o porque aún no ha llegado una persona que supere los límites de compatibilidad que tenemos tú y yo, que no sé si te necesito tanto porque es un simple calentón, que quizás si estuvieramos juntos a los dos días me aburriría de ti, o tú de mi, que no lo sé. Lo único que sé, es que necesito comprobarlo. Que no puedo ni tampoco quiero sacarte de mi vida. Y ahora ponle el nombre que quieras, amor, calentón, adicción. Pero te necesito. Y este, este es solo otro puto texto que intenta explicarte algo que ni siquiera yo sé como describir.

*Moi !

No hay comentarios:

Publicar un comentario