11 jul 2012

Conjugando tiempos pasados

Fuiste. Fuiste el grupo telonero que precede a la gran actuación. Fuiste un cielo con nubes después de la tormenta, mi paracaídas y mi cajón de los desastres. Fuiste deseo, pasión y complicidad. El cielo entre las piernas, eso fuiste. Fuiste mi ruleta rusa, mi apuesta suicida y mi as en la manga. Fuiste un salto en paracaídas, conducir a 200 por hora sin mirar y la droga que me llevaba a la perdición. Fuiste un final en desastre, incluso antes de empezar. Fuiste locuras, mil y una. Fuiste incluso, por momentos, mi alma gemela. Y te quise, ¡joder, cómo te quise! Prometimos no hacernos daño, nos auto convencimos de que sabríamos cuando parar, apostamos sin pensar. Al fin y al cabo, nuestro juego no podía salir mal. Pero todo se nos fue de las manos. La locura se convirtió en desastre. Y yo perdí. Lo perdí todo jugando a tu número. No sé si quisiste o no, pero me dejaste desarmada, con las manos vacías y el corazón roto. Me dejaste sola y sin saber adónde debía ni quería ir. Te portaste como un maldito capullo. Pero no te culpo. Yo sabía dónde me metía y aún así jugué. Pero fuiste. Y eso es lo importante. Que ya no eres y que ya nunca serás. Al final me quité la venda. Él me la quitó, y me hizo entender que el amor no es adrenalina, no son locuras, ni noches de sexo interminable. El amor es su sonrisa, soñar con su boca, besarlo, estremecerme con un solo roce de su piel, colgarme de sus ojos cuando me mira. El amor es el resto de mi vida a su lado. Y tú, de tu desastre ya me recuperé.



M€

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