14 jul 2011


Todo. Nada, muy poco, demasiado. Nada es suficiente, siempre querré más o menos de esto o aquello.
Es increíble cómo empieza el círculo adictivo. Prácticamente tú y yo ni nos conocíamos. Estábamos perdidos, solos, buscando a alguien en este planeta. Quién sabe, quizá ya habíamos encontrado a alguien y no éramos conscientes. ¿Qué coño importa? El caso es que nos cruzamos y encontré mi lugar en tus ojos.
De alguna manera, sinceramente no sé ni cómo, ni por qué besé tus labios.
Así empieza. Es tan fácil entrar, que no te llegas a imaginar lo jodido que es salir.
Estoy dentro de tu circulo adictivo, te necesito tanto como tú a mi.
Prometí que nunca me iría, prometí que siempre estaría ahí, porque te llevo como un tatuaje, como una quemadura en los labios.
Estoy loca, si. Pero tú también. Vale, puede que yo lo esté un poco más.
Pero es que no quiero que nadie me vuelva hablar de la perfección, o del amor.

Te tengo a ti, y si al resto del mundo no les parece suficientemente bello o perfecto, pues que les jodan. Porque eso significa que no tienen ni zorra del concepto

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Holaa!! soy nueva en esto..lo manejo muy mal xD
    me encanta tu blog! en serio todas tus entradas me encantaan!! un beso! :)

    ResponderEliminar