¡ T º n T ª !
Tonta, tonta, tonta y tonta !! Es la única explicación que encuentro para intentar entender por qué sigo aferrada a ti. Tiene que ser porque soy rematadamente tonta, sino, yo no me lo explico. ¿Sabes? Ayer me di cuenta de que, por mucho que intente negármelo, aún sigo completamente enganchada a ti. Y más de lo que creía, de hecho. ¿Sabes? Creo que en el fondo ya lo sabía. Porque cuando llevo 4 días sin verte, me siento fuerte, me siento capaz de mirarte a los ojos y no quedarme colgada en ellos, llego a creerme que cuando me sonrías las piernas ya no me temblarán. Pero al quinto día llegas tú, con esos ojos, con esa sonrisa que me pierde, con tus tonterías y tus bromas, llegas y me miras, y por enésima vez me quedo colgada en tu mirada, llegas y me rozas, solo una caricia casual, tu mano y la mía, eso y nada es lo mismo, pues por nada un escalofrío me sube por la espalda y me nubla la vista. Llegas y me sonríes, y las piernas vuelven a temblarme, exactamente igual que las otras 23485487 veces anteriores, y mecánicamente memorizo esa sonrisa para archivarla en la base de datos de mi cabeza y revisarla cada noche cuando, cansada de pensar en tí y escuchar esas vocecitas a mi alrededor que me repiten una y otra vez que para ti no soy nada, entonces, cuando cansada de revisar una por una las razones por las que no puedo sacarte de mi cabeza, aparece esa sonrisa. Y no necesito más. Esa sonrisa domina por completo mi voluntad. Yo sé y tú sabes que si me miras y me sonríes hago por ti lo que sea. Solo por verte sonreír. Lo que sea... una expresión demasiado grande para usarla así como así... Pero no exagero, ¿sabes? cuando digo que por verte feliz soy capaz de todo... Y de eso también me di cuenta ayer. Incluso soy capaz de animarte para que lo intentes con ella. Incluso me quedo a ver cómo se te cae la baba cuando te habla, cómo te quedas colgado en sus ojos, cómo le rozas por casualidad la mano, cómo sonríes cuando estás a su lado. Incluso soporto escuchar cómo nuestros amigos te animan y te ayudan para que entre vosotros pase algo. Incluso participo en sus ideas locas para dejaros a solas. Soy tu amiga, ¿no? Supongo que eso forma parte del contrato que firmé el día en que, sabiendo que estaba colgada por ti, elegí quedarme a tu lado y conformarme con una tierna y leal amistad. ¿Sabes? En ese momento no me importó, habría hecho lo que fuera por estar a tu lado. Tranquilo, lo siguiente que voy a decir no es que me arrepiento, ni que ya no lo soporto más y me voy a ir de tu lado. Para nada, soy incapaz de alejarme de ti, a pesar de saber que es lo que más me conviene. Es como la droga que no puedes dejar, es ese atracón de chocolate que sabes que no te deberías dar, es ese objeto caro en el escaparate de una tienda cara, que sabes que no puedes tener, que nunca lo vas a tener, que no está al alcance de tu mano. Pero es tarde, porque estás enganchado a la droga, a pesar de que te está matando por dentro, te encanta el cholocate aunque sabes que te dolerá el estómago todo el día, y te conformas con mirar ese escaparate esperando que, en algún momento, baje ese precio desorbitado que te aleja de lo que tanto deseas.No, tranquilo, no puedo alejarme de tu lado, ni lo voy a hacer. Es solo que duele, duele tanto, duele mucho...Vale, estoy celosa, ¿contento? Lo reconozco ¿Por qué no paso nada al final con ella ayer? Sonará a locura, pero te aseguro que lo hubiera preferido... ¿Por qué? No, no estoy loca. ¿No lo entiendes? Vale, imagina conmigo...imagina cada mirada que le regalabas, e imagina cómo me sentía. ¿Sabes? Era como si la punta de un cuchillo se te hincara en el pecho. Dolía, pero no mataba, incluso podría haberlo soportado. Pero imagina que ahora llegaban las caricias, los roces de tu mano y la suya, tú sentado a su lado cada vez más cerca. Imagina cómo ese cuchillo se iba clavando un poco más por cada mirada, por cada roce. Empezaba a hacerse insoportable. Seguía sin matar, pero cada vez dolía un poco más. Imagina ahora cada sonrisa que le dedicabas, cada tontería que hacías para que ella se riera, cada vez que alguno de nuestros amigos hacía una broma sobre la buena pareja que hacéis, o buscábamos la forma de dejaros a solas. ¿Puedes hacerte una idea de la herida que ha llegado a hacer el cuchillo a estas alturas? Se ha ido clavando, ahora duele mucho, pero ya no hay marcha atrás, no puedo sacarlo. La única solución sería que empujaras de una vez y por fin el cuchillo hasta el fondo, hasta el corazón, seria lo menos doloroso. Un solo segundo de dolor y después... nada. Ve con ella, dale todos los besos que no son míos, regálale las sonrisas que a mi no me darás, gasta tus tardes con ella y no conmigo, déjala que se pierda en tus ojos y no encuentre el camino de regreso. Hazlo, ve con ella, pero hazlo ya, acaba con esto, no dejes que me siga haciendo ilusiones. Nunca me ha gustado ser una tonta, y por ti me estoy volviendo tonta y media. Tonta... o enamorada... que, al final, viene a ser lo mismo... que, al final, duele igual...
** MiOo !
** MiOo !
No hay comentarios:
Publicar un comentario