Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma. 

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Para cuando la razon es capaz de entender lo sucedido, las heridas del corazón ya son demasiado profundas... 

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Quiero saber que te vas y no que huyes...

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El destino me había enseñado a no perder las esperanzas, pero a no confiar demasiado en ellas. 

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Las personas vivimos tanto de grandes y pequeñas mentiras como del aire..

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Quien quiere de verdad, quiere en silencio. Con hechos, nunca con palabras. 

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- ¿Sabe qué es lo bueno de los corazones rotos?
Negué
- Que solo se rompen de verdad una vez. Lo demás son simples rasguños. 

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Quizás por eso la adoraba más. Por esa estupidez eterna de perseguir a los que nos hacen más daño. 

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Carlos Ruiz Zafón