[ No apto para cardíacos ]
Y mi corazón, ya se cansó de dar vueltas. Está mareado. Es normal... ¿A quién se le ocurre montarse en la montaña rusa del amor después de una resaca de tropecientos vasos de lágrimas con hielo? Míralo, ahí en las alturas, gritando a todo pulmón, asustado, que quiere bajar. Ya basta de cabriolas, de vueltas, y de zigzags. El pobre se ha quedado ronco de tanto gritar. Dice que va a potar, que esto ya no le divierte, que está empezando a asustarse de verdad. ¿Quién lo iba a decir? Con lo contento que iba él cuando decidió subirse a la montaña rusa de tus besos. Ni un atisbo de miedo, tan valiente él esperando en la cola de tus miradas. Claro, había más gente delante, otros corazones que querían probar la adrenalina de esa boca. Pero él esperaba, no le importó, nervioso, impaciente. Y por fin llegó su turno. ¡Guau! ¡Qué pasada, qué subidón cuando se rozó con esos labios! No paraba de sonreír, ¡nunca le había visto así! Se removía nervioso en su asiento con cada subida que se hacía eterna, pero luego llegaba el pico, y sentía que podía rozar el cielo con los dedos, levantaba las manos y se dejaba caer en tus brazos... Impresionantes bajadas. Y otra vez a ras de suelo. Y así vuelta a empezar. Algún giro imprevisto que le sorprende, pero él sigue sonriendo... De vez en cuando lo ponen bocabajo y... ¡Jum! Eso ya no le gusta tanto... Y vuelta a empezar: lo hacen subir, luego bajar, ahora giro, y media vuelta, cabeza abajo... ¡Ay, ay ay! Creo que se empieza a descomponer... Demasiado meneíto, me parece a mi. El viaje empieza a hacerse demasiado largo. Oiga, señor, ¿podría parar la atracción? Me parece que mi corazón se encuentra realmente mal... ¿No?¿Por qué no? Am, que en la atracción del amor no se puede parar, que aquí nadie controla, dice usted... ¿Y entonces?... ¿Qué? ¿Cómo que tendremos que esperar a que se estrelle solo? ¡Pero eso va a doler!... Entiendo, que no queda otro remedio... Pues nada, corazón mio, me parece que no puedo hacer nada por ti, aún sabiendo que te vas a estrellar en breves, no puedo pararte... ¡Joder, qué rabia! ¡Me siento impotente! ¡¿Qué se supone que se hace cuando se ve venir el desastre y no puedes hacer nada por evitarlo?! ... ¡Ay madre, que ahí va, ahí va! ¡Choque inminente! ¡¡PUM!! ... Y se estrelló ... Lamentamos informarles que la tragedia se salda con víctimas mortales: decenas de promesas sin cumplir, miles de besos por dar, y un tequiero que nunca se pronunció ... Además, hay heridos graves: un corazón destrozado. Su estado es sumamente grave, pero los médicos afirman que se recuperará. Parece fuerte, dicen... Al parecer los únicos que han salido ilesos son un millón de recuerdos, que han quedado intactos.... No te preocupes, corazón mio, saldremos de esta, ambos. Tú y yo sabemos que no es la primera vez, ¿verdad? Ya hemos salido de otras parecidas. ¿Qué dices? ¿Que esta es la más grave que recuerdas? Hmmm... quizás tengas razón... ¡¿Qué?! ¿Qué quieres volver a montar en la atracción? ¿Pero tú estás loco? ¿Pero no te ves? ¡Mírate las heridas!... ¿Cómo dices? ¿Que valió la pena? ... Vuelves a tener razón ... Claro que volverás a montar, total, ¿quién soy yo para impedírtelo?...
**Mio ]
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